lunes, 25 de septiembre de 2017

FAMILIA PAPAIANNI


Historia de una familia de inmigrantes italianos



Biografía de Francesco Papaianni (*)

Infancia

Francesco, ha nacido el 22 de enero de 1897 en la comuna de Joppolo, provincia de Catanzaro (actualmente Vibo Valentia) en la región de Calabria (Italia).

Era hijo de Antonino Papaianni y de María Restuccia -agricultores-, era el menor de seis hijos y sus hermanos se llamaban Domenico, Antonina, Domenica, Giovanni e Isabella.

Su infancia transcurrió en Joppolo y en 1912 emigró a la Argentina con su hermano mayor Domenico en el barco llamado América desde el puerto de Génova.

Adolescencia y Juventud


Llegaron a Buenos Aires el veintiuno de octubre de 1912, permanecieron en el Hotel de Inmigrantes un corto tiempo hasta que continuaron y se establecieron con su hermano en la Patagonia Argentina provincia de Chubut (Rawson), donde había oportunidades de trabajar en tareas agrícolas o en la construcción. Euna región con intensos vientos, heladas, nieve y escasa población a inicios de 1900 y en su mayoría inmigrantes galeses, italianos y españoles. Vivieron primero en zona de chacras cercanas a Rawson donde trabajó la tierra.

El oficio era agricultor y albañil, construyó en los inicios de 1900 un horno de ladrillos en Rawson cerca del Barrio Gregorio Mayo a tres kilómetros de la ciudad (en sentido norte). 

Se casó con María Celi el primero de septiembre de 1920, a los veintitrés años, ella tenía diecinueve años, era hija de Angelo Celi y Antonia Franchi, ambos italianos de la provincia de L´Aquila. Vivieron en Bartolomé Mitre 821 (Rawson, Chubut)  y tuvieron ocho hijos (Antonio, María Beatríz, Alfredo, Humberto, Dora, Alejandro, Francisco y Oscar), diecisiete nietos, veintinueve bisnietos y treinta y un tataranietos.

Hoy, son ochenta y ocho descendientes directos(1) , que llevan con orgullo su apellido, en homenaje a quien supo enseñar y transmitir con el ejemplo más que con las palabras un legado familiar de unión y progreso asociado a valores de honradez, espíritu de sacrificio, perseverancia, respeto, equidad, justicia, fraternidad y solidaridad. 

Su especialidad era la construcción de ladrillos -transmitió el oficio a sus hijos mayores- dedicando su vida al trabajo, sin escatimar esfuerzos para dar bienestar a su familia, la que formó con amor, dedicación, transmitiéndoles costumbres y tradiciones italianas junto a su esposa.
Se trasladaba a diario a caballo hasta el horno de ladrillos en Rawson y hoy se conservan restos petrificados en el lugar. 

El esfuerzo de muchos años compartidos con su compañera María, hicieron posible el milagro de sobrevivir en un lugar inhóspito como era la Patagonia; ambos provenían de hogares humildes.

Su país lo vio nacer, también partir -con tristeza- hacia nuevos horizontes en busca de oportunidades de trabajo, dejando en Italia a sus seres más queridos (padres, hermanos, tíos, primos, amigos y vecinos), sin haber tenido oportunidad de regresar.

Esos sentimientos perduraron, pero poco a poco se fue desvaneciendo la ilusión de volver a verlos, ya que dejó este mundo muy joven a causa de una enfermedad (2).
Lo que ha sembrado en su familia ha tenido sus frutos, porque quedó encendida la luz de la esperanza -en quienes lo sucedieron-, de reencontrarse con la familia y con su ciudad natal.

Por eso, hoy quieren rendirle un homenaje al compromiso asumido con la vida.

Los argentinos decimos la sangre tira, con ello expresamos la fuerza del origen, la fuerza de la pertenencia, porque sólo es posible entender quienes somos, si hemos logrado conocer de dónde venimos.

¡Gracias Nonno Francesco, por habernos dejado esta valiosa impronta familiar ligada a Joppolo, Italia! y por haber elegido a Rawson para formar la familia.



Francisco y María en Buenos Aires                                       Galeria de casa de Bartolomé Mitre 821. Rawson.


Francisco fue uno de los primeros ladrilleros de Rawson y de la región, en las épocas en que no se vendían los ladrillos trabajaba en la Policía de Chubut (trabajo temporal), lo que le permitía mantener a la familia. La fábrica de ladrillos fue una empresa particular que  combinaba mi padre con los trabajos en la Policía, que podían durar hasta 5 meses y mientras la venta flaqueaba. Mi madre y mis hermanos, todos íbamos a ayudar a mi padre, recuerda Humberto.(3)
Se instaló cerca de la actual Unidad 6, después nos trasladamos al salitral, cerca de la famosa laguna negra. Conozco ese lugar bien porque estuve muchos años trabajando ahí, había poca agua, era muy lindo, había incluso flamencos, agrega Humberto(3).  
Cuando fallece Francisco en el año 1945, sus hijos mayores (Alfredo, 20 años y Humberto 17 años) continúan la obra familiar como sustento de la familia (madre y hermanos menores de 14, 12, 9 y 2 años).(4)

(1) 1 de diciembre de 2023.
(2) En Rawson, el 11 de febrero de 1945, a los 48 años y sus hijos tenían: María Beatríz (22), Alfredo (20), Humberto (17), Dora (14), Alejandro (12), Francisco (9) y Oscar (2).
(3)El informador Capitalino. UNA MEMORIA HECHA DE LADRILLOS. 28/11/2000
(4)Fuente: charlas con Humberto Papaiani. Fotos: archivos de Humberto Papaiani.


Homenaje en Italia


El 13 de septiembre de 2003 fue recordado y homenajeado como ciudadano Joppolese por su trabajo en la Argentina por iniciativa de la Comuna de Joppolo -representada por el Intendente Libero Vecchio- y por el Concejo Comunal en ceremonia a la que asistió en representación de la familia una nieta (Graciela), un bisnieto (Tomás Gabriel) y un nieto político (Andrés).

(*) Al ingresar a la Argentina modificaron su nombre (Francesco por Francisco) y apellido original en inmigraciones (Papaianni por Papaiani por error involuntario).


Árbol genealógico reconstruido por la Comuna de Joppolo y entregado durante el Homenaje a Francesco en Joppolo (2003), donde indican los únicos familiares que residen en el pueblo.

Biografía de María Celi[1].

Infancia.

María, nació el 31 de octubre de 1900, en un pueblo de Brasil llamado San Carlos, provincia de San Pablo. Era hija de Angel Celi y Antonia Franchi; sus padres eran italianos y decidieron regresar a su país a la ciudad de donde provenían Magliano de Marsi, provincia de L´Aquila y allí transcurrió su infancia.

A los ocho años viajó junto a su madre Antonietta y su hermana Rosa de seis años a la Argentina el 8 de abril de 1908 y en Buenos Aires las esperaba su padre Ángel que había viajado antes al país en búsqueda de nuevos horizontes de progreso. Cuando María tenía seis meses falleció su mamá a causa de una enfermedad el 31 de octubre de 1908.

Fue a la escuela María Auxiliadora de Rawson y estuvo pupila durante un tiempo junto con su hermana. María y Rosa eran muy unidas, había un amor especial entre ambas y el vínculo fue tan sólido que trascendió a sus hijos y nietos. Su padre se casó en segundas nupcias con Carmela Vecchio el 5 de septiembre de 1910 y tuvieron varios hijos.

Adolescencia y Juventud.

María conoció a Francisco Papaiani en Rawson y se casaron en la misma ciudad el 1° de septiembre de 1920 donde vivieron toda su vida.

Le agradaba leer novelas, libros y la Biblia, era muy creyente y transmitió la fe cristiana a sus hijos. Era una persona de buen corazón, una madre ejemplar, muy trabajadora, luchadora, crio a sus hijos con mucho amor y dedicación.  Era muy buena en la preparación de exquisitos platos italianos, hacía pan, dulces, tortas, pizzas, salsas y disfrutaba agasajando con su exquisita cocina a quienes la visitaban. María era muy elegante, detallista, no salía de su casa sin estar peinada, maquillada, sus uñas arregladas y pintadas. Usaba aros, collares, anillos, guantes y cartera combinados con la vestimenta y calzado, infaltable mantilla y rosario cuando iba a la misa del domingo y durante la novena o cuaresma. Era muy joven cuando su esposo partió de este mundo, pero tuvo la dicha de poder disfrutar de sus hijos y nietos hasta los últimos días de su vida[2].



[1] Fuente: relatos de Humberto Papaiani.

[2] El 23 de mayo de 1985 falleció María a los 85 años en Rawson (Chubut).



María, Humberto, Oscar (7 m.) y Blanca 4 a. (nietos)




María con hijos/as, nueras, yernos y nietos en Dique F. A.


María y Rosa Celi, hermanas inseparables

Blanca (Nena, una prima casi hermana) y Humberto

Nietos de María y Francisco (Carlos, Juan Carlos, María Angélica y María Raquel)

Nietos (festejo de 70 años de María)

Gtaciela C. E. 





domingo, 17 de septiembre de 2017

HIJOS DE FRANCESCO PAPAIANNI Y MARIA CELI

DESCENDIENTES DE FRANCISCO Y MARIA.

Los descendientes de Francisco y María son ochenta y nueve(1), residen en Chubut (Argentina) en las ciudades de Rawson (la mayoría), Trelew, Puerto Madryn y Trevelín, otros en Mar del Plata, Buenos Aires, La Plata y en España. Tuvieron ocho hijos y se mencionan de mayor a menor (2)

1)Antonio (1921/1923).

2)María Beatriz (1923/2004) se casó con Agustín Oscar de la Fuente, han tenido dos hijos Oscar Agustín y Blanca Zulema, cuatro nietos (Gladys Beatriz Retamoza de la Fuente, María Laura, Agustín Fernando y Gerardo José de la Fuente Arana) y cinco bisnietos (Julia y Victoria Mariani de la Fuente, Juana y Joaquín de la Fuente Orsi y Agustina Aguirre Retamoza).

3)Alfredo (1925/2014) se casó con Muriel Evans, tuvieron una hija María Raquel, tres nietos (Verónica Raquel, Fernando Antonio y Bárbara Vosecky Papaiani) y siete bisnietos (Martina Bárbara, Serena Bárbara y Simona Bárbara Iliana Vosecky; Francisco y Santiago Garay Vosecky; Renzo, Benicio y Alma Vosecky Gil Guerrero).

4)Humberto (1928/2016) se casó con Raquel García, han tenido dos hijos Carlos Humberto y Graciela Noemí, siete nietos (Carlos Baltazar, Sebastián Emilio, Nicolás Leandro, Estefanía, Gastón Ariel Papaiani Escudero; Tomás Gabriel Da RIF Papaiani y Agustín Polidoro Papaiani) y nueve bisnietos (Santino Papaiani Calviño; Valentino Humberto, Francisco y Juan Ignacio Papaiani Ardiles; Francesca y Benedetto Papaiani Errasti; Catalina Ema y Lorenzo Humberto Zárate Papaiani; Adolfina Papaiani Varone).

5)Dora (1931/2010) se casó con Francisco Paradiso, han tenido tres hijos (María Angélica, Liliana Mabel y Carlos María), cinco nietos (Javier Gerardo Pussetto Paradiso; Martina Danna Boubeta Paradiso; Catalina, Lola y Dante Paradiso Lafranconi) y una bisnieta (Candela Pussetto Bona).

6)Alejandro (1933/2016) se casó con Irma Albania, han tenido dos hijos (Juan Carlos y Alejandro Omar), cuatro nietos (Pablo Julián y María Florencia Papaiani Perrozzi; Dayhana y Bruno Ezequiel Papaiani Jones) y siete bisnietos (Elena y Milo López Papaiani; Victoria y Beltrán Papaiani Arrobio; Martina Amici Papaiani y Facundo Mac Karthy Papaiani; Emilia Papaiani Díaz).  

7)Francisco (1936/2012) se casó con Adelina Bonifacia Mirantes, han tenido cuatro hijos (Marta Sandra Ester, Marcela Susana Evangelina, Luis Alberto y Pedro Daniel Omar), cinco nietos (Fiama Ayelén y Brian Gabriel De Pasquale Papaiani; Francisco Nicolás Papaiani; Máximo Daniel Thierry Papaiani y un bisnieto (Valentino De Pasquale).

8)Oscar (1942/2020) se casó con Zulema Loscar, han tenido tres hijos (Claudio Omar, Néstor Fabián y Carina Andrea) y seis nietos (Macarena Alejandra y Marcela Dahiana Papaiani Repucci; Augusto y Athina Papaiani López; Briana y Luisana Bellido Papaiani).

(1) 2023.

(2) El apellido materno de cada descendiente directo se cita sólo a los fines de referir la línea recta ascendente, independiente de que haya sido inscripto con el apellido.



ALFREDO, DORA, HUMBERTO, OSCAR, MARÍA BEATRÍZ, ALEJANDRO Y FRANCISCO (izq. a derecha)



Placa enviada por los hijos a la Comuna de Joppolo


Partida de nacimiento de Francesco Papaianni (entregado por la Comuna de Joppolo a cada hijo el 13 de septiembre de 2003 en el homenaje).




HOMENAJE A FRANCESCO PAPAIANNI EN ITALIA


Fuente: www.poro.it/joppolo

Diario El Cotidiano del sud. Calabria. 14 de Octubre de 2003. Joppolo. Conmovedora ceremonia en Municipio por la presencia de la nieta Graciela Noemí. Recordado el sacrificio de Papaianni. La iniciativa por honrar a los italianos por el trabajo en el extranjero. https://www.quotidianodelsud.it/calabria.




                       













REUNION FAMILIAR PREVIA AL HOMENAJE A FRANCESCO PAPAIANNI







sábado, 16 de septiembre de 2017

MARÍA BEATRÍZ PAPAIANI


Biografía (1923/2004)

Infancia

Nació el 28 de mayo de 1923  en Rawson, es la segunda hija [1] de María y Francisco, que formaron una familia de 8 hijos.

El primer apodo de su infancia fue Pilunquita -su mamá la llamaba así- y desde su juventud la llamaron Titina y luego Titi. 












Playa Unión (Francisco, Alfredo, María Beatríz, María y Humberto)


Pasó su infancia en Rawson junto a sus padres y hermanos y ayudaba a su mamá -por ser la hija mayor- a cuidar a sus hermanos. Los llevaba hasta la hornalla familiar y los tenía en los brazos mientras su papá trabajaba y toda la familia colaboraba. Cada hermano que iba naciendo ella lo cuidaba, pero también ayudaba en el horno de ladrillos. Ella contaba que iban pasando ladrillo de hermano a hermano.

Fue a la escuela María Auxiliadora y cursó la primaria. En la foto de bebé ella tenía dos años, su papá le había comprado el vestido y su mamá la había peinado y colocado el moño para llevarla hasta Trelew para una foto.

Anécdotas

-Su hermano Alfredo (Bocho) estaba en el cochecito y ella andaba correteando de un lado para el otro, su hermanito lloraba y en un momento dejó de llorar, entonces su mamá fue a ver que es lo que estaba pasando, cuando vio que la “Pilunquita” le había llenado la boca de lechuga, por suerte llegó a tiempo María y no le pasó nada a Bocho.

-Las calles no existían en el pueblo de Rawson, eran todos caminitos, entonces ella saltaba una loma e iba a la casa de una señora, su mamá le decía que no fuera a molestar y como era un poco traviesa seguía visitando a esta señora, hasta que un día su madre la trajo a su casa y nunca más fue. Era una niña feliz y siempre lograba hacer lo que ella quería.

-Cuando su papá la enviaba a comprar tabaco y papel para hacer sus cigarrillos y cuando regresaba traía sólo el tabaco pero nunca el papel y cuando le preguntaba su papá no sabía explicarle que había sucedido. Entonces su papá la siguió cuando fue a comprar para saber que ocurría. El papel del cigarrillo venía como en una tabletita, ella lo sacaba y venía corriendo e iba sacando los papelitos y los iba tirando en el camino para verlos volar.  

-A una cuadra de la casa donde vivían, en la esquina de Rivadavia e Hipólito Irigoyen, había un almacén cuyo dueño se llamaba Gort, donde ella iba a comprar con unas moneditas caramelos. Un día se encontró con que no tenía moneditas pero tenía ganas de comer caramelos, entonces buscó una medallita, fue al mercado a pedir caramelos  y le dio la medallita a Gort y salió corriendo.

-En la escuela María Auxiliadora le decían que tenía que usar el uniforme con medias negras y guardapolvo largo, -casi hasta el piso-, entonces ella le decía a su mamá que las monjas le habían dicho tres o cuatro veces que era muy corto y que lo tenía que bajar el dobladillo. Su mamá le respondió “tenés bien el guardapolvo así de largo”. Al día siguiente le descocieron las monjas todo el dobladillo y ella apareció en su casa con todos los hilos colgando. Su mamá se puso furiosa.

-Su mamá los llevaba a la peluquería de Bechara, era el único lugar en Rawson, le decía “te tengo que cortar el pelo”, que se lo cortaban con forma de tasa y la Pelunquita iba cantando desde su casa hasta la peluquería “Bechara, Becharita córtame la melenita” y la abuela le daba un coscorroncito porque no le gustaba que dijera eso.

-Cuando era adolescente le gustaba mucho dormir,  su papá se iba temprano al horno de ladrillo con sus  dos hijos mayores y su mamá cuando lo veía llegar al papá, la llamaba y le decía: “levántate Titina que viene tu padre”, entonces ella se metia al baño, se lavaba la cara y agarraba una escoba y barría en toda la galería que tenía la casa con cara de dormida, lo que a su papá no se le pasaba por alto, pero no le podía decir nada porque estaba trabajando.  

Familia

Cuando fue más grande conoció a Oscar Agustin De la Fuente en un baile y comenzaron el noviazgo; ella decía: “cuando vos traías un novio, y lo presentabas en tu casa, después venía el casamiento, te gustara o no te tenías que casar”.

 Blanca y Oscar con abuela María y Beto

Ellos se casaron el 26 de agosto de 1943. Tuvieron dos hijos, la primera se llamó Blanca, nacida el 24 de junio de 1944 que según le contaba su mamá era un poco llorona y cuando esto ocurría su abuelo Francisco la llevaba en los brazos hasta el gallinero a pasearla (tenía 10 meses). Luego nació el segundo hijo llamado Oscar Mario el 9 de diciembre de 1948 (fallecido muy joven). Ha tenido tres nietos; por parte de Blanca y Raúl Retamoza nació Gladys y por parte de su hijo Oscar y Cristina Arana nacieron María Laura y Agustín. Sus bisnietos son cinco, Agustina (hija de Gladys), Victoria y Julia (hijas de María Laura) y Joaquin y Juana (hijos de Agustín).



Cuando tenía dos años y medio su hija mayor, lo trasladaron a su esposo Oscar por el trabajo de la Policía a Puerto Pirámides -en ese momento era un lugar solitario, no había nada-, y los acompañaba su hermano Cacho. Luego fue trasladado a Telsen, a Gan Gan y por último a Gastre con su familia. Allí estuvieron desde abril hasta el 2 de noviembre de 1951 (fecha en que falleció su esposo). 
 

A Gastre los fue a buscar su hermano Humberto (Beto) y fueron a vivir nuevamente en Rawson a la casa de su madre María, donde permanecieron varios años.

 

Trabajos

María comenzó a trabajar a los 28 años en la Policía, porque el esposo había sido integrante de la institución. Su hija Blanca le decía: “no me va a alcanzar la vida para agradecerte todo lo que hiciste por nosotros, porque nunca nos faltó nada. También había una contención familiar grande tanto para ella como para nosotros, por eso, siempre digo que mi segundo papá fue tío Beto”.

“Ella era muy trabajadora, una mujer incansable, muy buena amiga, buena compañera y muy buena mamá”. 

Y su nieta Gladys, que compartió muchos años de charlas con ella la describe así: “era una persona muy generosa, solidaria, amiguera, noble, no era que ella se acorazaba y salía a la vida, ella era fuerte, tenía una garra impresionante para sacar a sus hijos adelante y tenía el don de no quebrarse delante de ellos. Yo nunca la vi a la abuela llorar frente a sus hijos; la abuela era escuchada, sus hijos le prestaban mucha atención”.

Viajó a un Instituto de Peluquería en Trelew para aprender el oficio, iba varias veces a la semana  y al terminar su formación abrió la peluquería en la casa de su mamá. También su hija Blanca comenzó a ayudarla y aprendió el oficio desde los 14 años y trabajaban mucho juntas.
  
 





 


Recuerdos

-Una vez su hermano Beto la invitó a cenar, era la época que tenía la juguetería Mickey, ella era muy inocente, y habían traído para el negocio los chascos y su hermano se colocó un anteojo que tenía ojos saltones, parecía que le daban vuelta los ojos y tenían mucho aumento. Ella lo miraba y le decía “Beto, vos estás bien?, ¿ves bien?”, y no se daba cuenta que era un chiste. El le respondía: “Si, si, Titi, estoy bien”. Los dos hermanos eran muy cómicos, porque él haciéndole la broma y ella muy inocente cayendo en este chiste.
A ella le gustaba ir a visitar a su sobrina Mimi donde estuviera porque eran muy compañeras; un día fue hasta Mendoza y pasaron unos hermosos días juntas. También fue a La Plata cuando recibió el título.

Blanca de la Fuente


[1] El primer hijo de María y Francisco se llamó Antonio -como su abuelo que vivía en Joppolo- (Toto era su apodo) y falleció a los dos años a causa de una neumonía.

Hijos, nietos y bisnietos 
 
  

  
Homenaje a Tía Titi

Un día de otoño,
cuando sólo faltaban minutos
para llegar a cumplir tus 81 años,
quiso Dios que junto a El estuvieras,
dejando tu recuerdo angelical,
logrando el milagro del reencuentro
de los que tanto amabas.
Fuiste luchadora incansable en la vida,
incondicional compañera de tus hijos,
nietos, hermanos, sobrinos, familia y amigos.
Supiste transmitir a todos los que te admiramos
amor, dulzura, entrega total
y sensibilidad con los que más te necesitaban.
Tus valores e ideales como mujer,
tu constancia y fé cristiana,
son motivo de orgullo para quienes
Te queremos y recordaremos SIEMPRE.

Graciela N.Papaiani
27 de mayo de 2004


viernes, 15 de septiembre de 2017

ALFREDO PAPAIANI







Biografía (1925/2014)

Infancia


Nació en la Ciudad de Rawson, Provincia del Chubut, el 23 de julio de mil novecientos veinticinco.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nacional N° 1 General Don José de San Martín. 
En ese entonces el edificio escolar se encontraba ubicado en las actuales Avenida Sarmiento y Conesa, hasta que se inauguró el actual edificio  en la calle Alejandro Maíz, entre Rivadavia y Mitre de esta Ciudad.
Generalmente sus recuerdos de la infancia tenían lugar durante sus años escolares y mayormente en los momentos que pasaba junto a sus padres María Celi y Francisco y hermanos en la casa ubicada en calle Mitre  e Yrigoyen de Rawson y en las temporadas de verano en Playa Unión, lugar donde su padre tenía un bar, que una marejada del año 1939 se llevó totalmente. Recordaba siempre Alfredo la amargura de su padre cuando se enteró por boca de un vecino amigo tal circunstancia.















Playa Unión (Francisco, Alfredo, María Beatríz, María y Humberto)

Trabajos

Una de sus características más sobresalientes era la de tener, como buen hijo de italianos, un gran amor por su familia y es por eso que siempre se preocupó de ayudar, tanto a su madre al quedar viuda, como a todos los hermanos menores en su crecimiento, estudio hasta la mayoría de edad,  trabajo y  en cualquier emprendimiento que  estos intentaran.
Alfredo, por ser el varón mayor de la numerosa familia de Francisco, la que integraban siete hijos,  trabajó desde muy pequeño junto  a su padre en la recolección de leña, que traían desde el campo al pueblo.  
Más tarde,  junto  a su hermano Humberto -algunos años menor que él-,  en la hornalla de ladrillos que  Francisco tenía en las afueras de Rawson, detrás del predio que actualmente ocupa la Unidad 6 del SPF. Al fallecer su padre muy joven,  cuando él contaba con diecinueve  años de edad, se hicieron cargo de la hornalla para ayudar a su madre en la alimentación de sus hermanos más pequeños.
Eran años muy difíciles para conseguir trabajo. Por eso, además de dedicarse a ser ladrillero, Alfredo trabajó en la garbanzería de Gort y Ayllón y aprendió el alfabeto morse para poder ingresar  como telegrafista en la Oficina de Correos cuando se produjera una vacante, mientras tanto se desempeñó durante  algún tiempo como guardahilos recorriendo a caballo las líneas telegráficas. Sin embargo esto lo mantenía alejado mucho tiempo de su familia, por lo que desistió de ese trabajo y siguió trabajando al frente de la hornalla de ladrillos.
Siempre fue de tener amigos, con los que se encontraba habitualmente en el Bar Roselli y concurrían a los distintos lugares bailables de la zona.

Familia

Cuando contaba con 24 años contrajo matrimonio con Muriel Evans que había llegado a Rawson desde la zona de chacras de Dolavon y se afincaron en Rawson, donde el primero de agosto de 1949 nació su  única hija María Raquel.






Emprendedor

Ser un emprendedor fue una de sus mayores características y es así que con un camioncito que compró fue contratado en la obra del Dique Florentino Ameghino, donde trabajó durante algún tiempo en el acarreo de materiales para la construcción de la obra. También con su camión trabajó en el traslado de langostinos hasta la localidad de San Antonio Oeste, Río Negro.
Años más tarde con su esposa e hija  y  junto a su amigo Walter Soulages y su familia se trasladaron a la ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires donde instalaron una pizzería, negocio que explotaron durante algunos  años.
El terruño tira y también la familia por eso después de dos o tres años regresó a Rawson y comenzó la instalación de una panadería en Trelew la que no llegó a inaugurar porque se instaló como panadero en Rawson donde ejerció esa profesión durante varios años.
Al comienzo de la década del 70 comienzó su etapa gastronómica, puesto que se dedicó a la explotación de la Confitería ubicada frente a la plaza Guillermo Rawson, lugar donde se reunían diariamente gran cantidad de amigos y en especial los fines de semana toda la juventud capitalina.
En la década del 80  se dedicó al ramo de la hotelería ya que construyó y explotó un residencial durante aproximadamente veinte años.





La espiga de Oro                                   Confitería Welcome       


Legado 

En el nuevo siglo, dedicado al merecido descanso y a disfrutar de sus nietos, si bien se había retirado de toda actividad comercial, jamás dejó de pensar en nuevos proyectos y emprendimientos hasta el día de su partida.

Siempre será recordado por haber sido un gran trabajador, muy solidario en especial con su familia y por haber cosechado gran cantidad de amigos en el transcurso de toda su vida.
Homenaje de Muriel Evans (esposa), María Raquel (hija), Eduardo Antonio Vosecky (hijo político), Verónica Raquel, Fernando Antonio y Bárbara (nietos), Martina Bárbara, Francisco, Serena Bárbara, Santiago, Simona Bárbara, Renzo y Benicio (bisnietos). 


Eduardo Antonio Vosecky

Recuerdos familiares (compartidos por Raquelita)

  
    


   
    

Homenaje al "Patriarca de la Familia"
  

El patriarca ya no está, pero su espíritu de sacrificio y recuerdo permanecerán por siempre en esta 
"gran familia" de setenta descendientes que formaron Francisco Papaiani y María Celi.
Se fue silencioso, el gran luchador, nuestro querido Tío Bocho- bautizado Alfredo-, quien deja una enorme huella, después de una larga y prolífica vida.
El Patriarca inició muy pequeño su obra de amor y trabajo, cuando quedó huérfano de padre y, luego de varios años, formó una hermosa familia que lo ama y admira como se quiere a un grande.
Él ha dejado una traza imborrable en todos los que lo conocieron y quisieron, por su incansable esencia de emprendedor, por su perseverancia, dulzura, amor, entrega a su familia y orgullo por sus orígenes italianos. Gracias, tío, por tu admirable mensaje de amor legado a quienes te suceden. Fuiste un ejemplo, junto a tu incondicional compañera de 70 años, tía Muriel, tan hermosa persona como vos. Hoy, desde donde estés, seguramente seguirás protegiendo -como el "Gran Patriarca"- a la familia que has sabido formar. ¡Siempre estarás entre nosotros! Te queremos mucho.
Graciela