martes, 30 de mayo de 2023

Homenaje a 111 años de la llegada de Francisco Papaiani a Rawson (Chubut) desde Italia (Calabria). 1912/2023


¡Gracias queridos Abuelos por tanto sacrificio, esfuerzo, ejemplo y amor, 
por el legado de raíces italianas, 
por haber elegido Argentina como país de adopción 
y Rawson como ciudad!

Francisco Papaiani y María Celi
Casamiento en Rawson (Chubut)



Casa de Francisco y María en Playa Unión, Rawson (primera fila)
Alfredo, Beatríz y Humberto (hijos), Enero de 1930.



¡Muchas Gracias por tanto amor!
Siempre en nuestros corazones. Los amamos. 

Hijos de María y Francisco (Oscar, Alfredo, Beatríz, Dora, Humberto, Alejandro y Francisco (izq a der.)
placa enviada a Comuna de Joppolo septiembre 2003.
 

sábado, 27 de junio de 2020

RACCONTO DE FAMILIA PAPAIANNI

RECUERDO DE NIETAS


Un piccolo naviglio di nonna María

Liliana Paradiso y Martina Boubeta Paradiso. 2018.

(Canción infantil que abuela María le cantaba a Lili y le enseñó a Martina).


 

C éra una volta un piccolo naviglio,
che non poteva, non poteva navigar.
E dopo di una, due, tre, quattro, cinque settimane,
(il naviglio non riciba navigar).(*)

Sai perche?
perche il barquiceli era di papel (carta *).


Era una vuelta un pequeño barco
que no sabia, no sabía navegar.
y después  de una, dos, tres, cuatro, cinco semanas,
(el barco no podía volver a navegar).(*)

Sabes porqué?
porque el barco era de papel.

(*)  agregado por Graciela extraído de la versión original de la canción para niños.

Poesía de Abuela María 

(recitada por Liliana)

Buon giorno Piro,
von venga Martino,
pane o ci doro,
vino a chiochioro,
si sapa o si dorme?
si dorme!



Racconto de familia Papaiani.  

María Raquel Papaiani.28 de junio de 2020



Cuando era chica si había algo que me gustaba mucho era quedarme a dormir con la abuela María en su cama grande, ella me abrigaba bien, y a la mañana desayunábamos con tortas fritas y masitas dulces. Luego salía a jugar con mi primo Oscarcito, visitábamos la casa de tía Dorita, que era pasar por un caminito de tierra entre flores, pero antes de llegar estaba una gran higuera, donde nos trepábamos a una gran rama y sentados hablábamos de los juegos o armábamos una hamaca. Nos gustaba el juego de las bolitas y cuando terminábamos las guardábamos bajo tierra, así no se perdían, pero sucedió un día, en la casa de mis padres, que estaba en construcción, escondimos las bolitas como siempre y cuando las fuimos a buscar, ohsorpresa, el albañil había hecho un contrapiso y perdimos las bolitas.


 
                                                          "Vestigios del árbol (higuera) que llenó de vida a la familia
                                                           Papaiani" (Lili).

Otro de mis recuerdos eran las fiestas de navidad, año nuevo, cumpleaños…. con toda la familia en la galería de la abuela, recuerdo que papá preparaba las grandes asaderas de lechón, pollos, pizzas en la panadería, la abuela las empanadas, las tías unos ricos postres y tortas. Estaba terminantemente prohibido faltar a esas fiestas, todos los hijos, nueras, yernos, tíos, primos debían estar presentes. La fiesta era al mediodía y a la noche y algunas veces seguía al otro día, si tocaba feriado. Si alguien no iba la abuela protestaba y se enojaba, tenía que ser un motivo muy justificado para faltar, era un pecado mortal no asistir. La mesa era muy abundante con variados platos salados y dulces, no faltaba nada en esa mesa italiana. Y en la sobremesa contaban anécdotas familiares muy cómicas; recuerdo una de la tía Gugui, que apareció en la Iglesia con un sombrero que le había sacado a la abuela María del ropero, y apurada llego al casamiento de la tía Dorita, todos se reían como se había colocado el sombrero.


 
Otra fiesta fue la de mi prima Blanca, un despliegue de preparación en la panadería de papá, se llamaba Las Malvinas allí lo festejamos, recuerdo que mamá me había puesto un hermoso vestido, pero arriba un delantal de organza blanco transparente, para que no me ensuciara, y yo no quería saber nada y ahora miro las fotos y el delantal era muy lindo con volados y me quedaba muy bien.

 Papá y mamá
En mis cumpleaños nunca faltaba la abuela María, los tíos y las tías, prueba de ello son todas las fotos que tengo, recuerdo que tío Beto me hacía chistes con traerme una enorme caja y yo empezar a desarmar y desarmar hasta llegar a una pequeñita, ¡cómo nos reíamos! o llegar a casa y tocar el timbre, que se quedaba pegado su dedo y nos dábamos cuenta que era él.
Los cumpleaños y aniversarios eran sagrados en la familia, mis tías eran las primeras en llegar, todavía conservo sus regalos… Siempre llegaban bien arregladitas con sus collares, aros, tacos y el mejor vestido o saco en invierno. Sentarse a la mesa con una gran sonrisa y hablar de cosas que les sucedían, era algo que mis tías lo hacían con mucha alegría y yo estaba muy atenta, porque me encantaba escucharlas. 


Pilunquita.

Blanca de la Fuente. 30 de junio de 2020.

Beatríz Papaiani

Cuando Pilunquita (Titi) era chiquita la abuela María la llevaba a cortarse el cabello a la peluqueria de Bechara en Rawson, quedaba a tres cuadras de la casa. Cuando le tocaba a ella, iban caminando desde la casa hasta ese lugar y le cortaban a todos igual como si fuera hecho el corte con una taza. Ella iba felíz  cantando Bechara, Becharita cortame la melenita, Bechara, mi Becharita cortame la melenita.


Un viaje a caballo.

Graciela N. Papaiani. 30 de junio de 2020




Abuelo Francisco


Cuando eran niños Bocho y Beto iban con su papá hasta la hornalla donde fabricaba Francisco ladrillos, a veces iban los dos a caballo y a veces a pie. El lugar quedaba lejos, era detrás de la cárcel actual, había muchas lomas de burro y era puro campo. Cuenta Beto que al volver se habían subido los dos al caballo, venían agarrados, de repente él se cayó y lo volteó a su hermano, cayeron al piso y estaba lleno de matas y espinas. A Bocho no le gustó verse en el suelo, él se reía de lo que les había sucedido, pero su hermano se había fastidiado por lo ocurrido y empezó a correrlo un poco disgustado. El disparó primero hasta llegar a la casa de la mamá, tenían espinas y tierra en la ropa debido a la caída y una vez allí se amigaron nuevamente. El papá Francisco tuvo que volver con el caballo que los había dejado desparramados a los hermanitos Papaiani en medio del campo. 










domingo, 20 de enero de 2019

REENCUENTROS FAMILIARES

La familia Papaiani hoy formada por ochenta y cuatro descendientes se reúne para recordar con amor a sus mayores y rendirles un homenaje. Trelew, Chubut, 20 enero 2019.



2do encuentro descendientes de Familia Papaiani. Puerto Madryn, 25 mayo de 2019.












lunes, 25 de septiembre de 2017

FAMILIA PAPAIANNI


Historia de una familia de inmigrantes italianos



Biografía de Francesco Papaianni (*)

Infancia

Francesco, ha nacido el 22 de enero de 1897 en la comuna de Joppolo, provincia de Catanzaro (actualmente Vibo Valentia) en la región de Calabria (Italia).

Era hijo de Antonino Papaianni y de María Restuccia -agricultores-, era el menor de seis hijos y sus hermanos se llamaban Domenico, Antonina, Domenica, Giovanni e Isabella.

Su infancia transcurrió en Joppolo y en 1912 emigró a la Argentina con su hermano mayor Domenico en el barco llamado América desde el puerto de Génova.

Adolescencia y Juventud


Llegaron a Buenos Aires el veintiuno de octubre de 1912, permanecieron en el Hotel de Inmigrantes un corto tiempo hasta que continuaron y se establecieron con su hermano en la Patagonia Argentina provincia de Chubut (Rawson), donde había oportunidades de trabajar en tareas agrícolas o en la construcción. Euna región con intensos vientos, heladas, nieve y escasa población a inicios de 1900 y en su mayoría inmigrantes galeses, italianos y españoles. Vivieron primero en zona de chacras cercanas a Rawson donde trabajó la tierra.

El oficio era agricultor y albañil, construyó en los inicios de 1900 un horno de ladrillos en Rawson cerca del Barrio Gregorio Mayo a tres kilómetros de la ciudad (en sentido norte). 

Se casó con María Celi el primero de septiembre de 1920, a los veintitrés años, ella tenía diecinueve años, era hija de Angelo Celi y Antonia Franchi, ambos italianos de la provincia de L´Aquila. Vivieron en Bartolomé Mitre 821 (Rawson, Chubut)  y tuvieron ocho hijos (Antonio, María Beatríz, Alfredo, Humberto, Dora, Alejandro, Francisco y Oscar), diecisiete nietos, veintinueve bisnietos y treinta y un tataranietos.

Hoy, son ochenta y ocho descendientes directos(1) , que llevan con orgullo su apellido, en homenaje a quien supo enseñar y transmitir con el ejemplo más que con las palabras un legado familiar de unión y progreso asociado a valores de honradez, espíritu de sacrificio, perseverancia, respeto, equidad, justicia, fraternidad y solidaridad. 

Su especialidad era la construcción de ladrillos -transmitió el oficio a sus hijos mayores- dedicando su vida al trabajo, sin escatimar esfuerzos para dar bienestar a su familia, la que formó con amor, dedicación, transmitiéndoles costumbres y tradiciones italianas junto a su esposa.
Se trasladaba a diario a caballo hasta el horno de ladrillos en Rawson y hoy se conservan restos petrificados en el lugar. 

El esfuerzo de muchos años compartidos con su compañera María, hicieron posible el milagro de sobrevivir en un lugar inhóspito como era la Patagonia; ambos provenían de hogares humildes.

Su país lo vio nacer, también partir -con tristeza- hacia nuevos horizontes en busca de oportunidades de trabajo, dejando en Italia a sus seres más queridos (padres, hermanos, tíos, primos, amigos y vecinos), sin haber tenido oportunidad de regresar.

Esos sentimientos perduraron, pero poco a poco se fue desvaneciendo la ilusión de volver a verlos, ya que dejó este mundo muy joven a causa de una enfermedad (2).
Lo que ha sembrado en su familia ha tenido sus frutos, porque quedó encendida la luz de la esperanza -en quienes lo sucedieron-, de reencontrarse con la familia y con su ciudad natal.

Por eso, hoy quieren rendirle un homenaje al compromiso asumido con la vida.

Los argentinos decimos la sangre tira, con ello expresamos la fuerza del origen, la fuerza de la pertenencia, porque sólo es posible entender quienes somos, si hemos logrado conocer de dónde venimos.

¡Gracias Nonno Francesco, por habernos dejado esta valiosa impronta familiar ligada a Joppolo, Italia! y por haber elegido a Rawson para formar la familia.



Francisco y María en Buenos Aires                                       Galeria de casa de Bartolomé Mitre 821. Rawson.


Francisco fue uno de los primeros ladrilleros de Rawson y de la región, en las épocas en que no se vendían los ladrillos trabajaba en la Policía de Chubut (trabajo temporal), lo que le permitía mantener a la familia. La fábrica de ladrillos fue una empresa particular que  combinaba mi padre con los trabajos en la Policía, que podían durar hasta 5 meses y mientras la venta flaqueaba. Mi madre y mis hermanos, todos íbamos a ayudar a mi padre, recuerda Humberto.(3)
Se instaló cerca de la actual Unidad 6, después nos trasladamos al salitral, cerca de la famosa laguna negra. Conozco ese lugar bien porque estuve muchos años trabajando ahí, había poca agua, era muy lindo, había incluso flamencos, agrega Humberto(3).  
Cuando fallece Francisco en el año 1945, sus hijos mayores (Alfredo, 20 años y Humberto 17 años) continúan la obra familiar como sustento de la familia (madre y hermanos menores de 14, 12, 9 y 2 años).(4)

(1) 1 de diciembre de 2023.
(2) En Rawson, el 11 de febrero de 1945, a los 48 años y sus hijos tenían: María Beatríz (22), Alfredo (20), Humberto (17), Dora (14), Alejandro (12), Francisco (9) y Oscar (2).
(3)El informador Capitalino. UNA MEMORIA HECHA DE LADRILLOS. 28/11/2000
(4)Fuente: charlas con Humberto Papaiani. Fotos: archivos de Humberto Papaiani.


Homenaje en Italia


El 13 de septiembre de 2003 fue recordado y homenajeado como ciudadano Joppolese por su trabajo en la Argentina por iniciativa de la Comuna de Joppolo -representada por el Intendente Libero Vecchio- y por el Concejo Comunal en ceremonia a la que asistió en representación de la familia una nieta (Graciela), un bisnieto (Tomás Gabriel) y un nieto político (Andrés).

(*) Al ingresar a la Argentina modificaron su nombre (Francesco por Francisco) y apellido original en inmigraciones (Papaianni por Papaiani por error involuntario).


Árbol genealógico reconstruido por la Comuna de Joppolo y entregado durante el Homenaje a Francesco en Joppolo (2003), donde indican los únicos familiares que residen en el pueblo.

Biografía de María Celi[1].

Infancia.

María, nació el 31 de octubre de 1900, en un pueblo de Brasil llamado San Carlos, provincia de San Pablo. Era hija de Angel Celi y Antonia Franchi; sus padres eran italianos y decidieron regresar a su país a la ciudad de donde provenían Magliano de Marsi, provincia de L´Aquila y allí transcurrió su infancia.

A los ocho años viajó junto a su madre Antonietta y su hermana Rosa de seis años a la Argentina el 8 de abril de 1908 y en Buenos Aires las esperaba su padre Ángel que había viajado antes al país en búsqueda de nuevos horizontes de progreso. Cuando María tenía seis meses falleció su mamá a causa de una enfermedad el 31 de octubre de 1908.

Fue a la escuela María Auxiliadora de Rawson y estuvo pupila durante un tiempo junto con su hermana. María y Rosa eran muy unidas, había un amor especial entre ambas y el vínculo fue tan sólido que trascendió a sus hijos y nietos. Su padre se casó en segundas nupcias con Carmela Vecchio el 5 de septiembre de 1910 y tuvieron varios hijos.

Adolescencia y Juventud.

María conoció a Francisco Papaiani en Rawson y se casaron en la misma ciudad el 1° de septiembre de 1920 donde vivieron toda su vida.

Le agradaba leer novelas, libros y la Biblia, era muy creyente y transmitió la fe cristiana a sus hijos. Era una persona de buen corazón, una madre ejemplar, muy trabajadora, luchadora, crio a sus hijos con mucho amor y dedicación.  Era muy buena en la preparación de exquisitos platos italianos, hacía pan, dulces, tortas, pizzas, salsas y disfrutaba agasajando con su exquisita cocina a quienes la visitaban. María era muy elegante, detallista, no salía de su casa sin estar peinada, maquillada, sus uñas arregladas y pintadas. Usaba aros, collares, anillos, guantes y cartera combinados con la vestimenta y calzado, infaltable mantilla y rosario cuando iba a la misa del domingo y durante la novena o cuaresma. Era muy joven cuando su esposo partió de este mundo, pero tuvo la dicha de poder disfrutar de sus hijos y nietos hasta los últimos días de su vida[2].



[1] Fuente: relatos de Humberto Papaiani.

[2] El 23 de mayo de 1985 falleció María a los 85 años en Rawson (Chubut).



María, Humberto, Oscar (7 m.) y Blanca 4 a. (nietos)




María con hijos/as, nueras, yernos y nietos en Dique F. A.


María y Rosa Celi, hermanas inseparables

Blanca (Nena, una prima casi hermana) y Humberto

Nietos de María y Francisco (Carlos, Juan Carlos, María Angélica y María Raquel)

Nietos (festejo de 70 años de María)

Gtaciela C. E. 





domingo, 17 de septiembre de 2017

HIJOS DE FRANCESCO PAPAIANNI Y MARIA CELI

DESCENDIENTES DE FRANCISCO Y MARIA.

Los descendientes de Francisco y María son ochenta y nueve(1), residen en Chubut (Argentina) en las ciudades de Rawson (la mayoría), Trelew, Puerto Madryn y Trevelín, otros en Mar del Plata, Buenos Aires, La Plata y en España. Tuvieron ocho hijos y se mencionan de mayor a menor (2)

1)Antonio (1921/1923).

2)María Beatriz (1923/2004) se casó con Agustín Oscar de la Fuente, han tenido dos hijos Oscar Agustín y Blanca Zulema, cuatro nietos (Gladys Beatriz Retamoza de la Fuente, María Laura, Agustín Fernando y Gerardo José de la Fuente Arana) y cinco bisnietos (Julia y Victoria Mariani de la Fuente, Juana y Joaquín de la Fuente Orsi y Agustina Aguirre Retamoza).

3)Alfredo (1925/2014) se casó con Muriel Evans, tuvieron una hija María Raquel, tres nietos (Verónica Raquel, Fernando Antonio y Bárbara Vosecky Papaiani) y siete bisnietos (Martina Bárbara, Serena Bárbara y Simona Bárbara Iliana Vosecky; Francisco y Santiago Garay Vosecky; Renzo, Benicio y Alma Vosecky Gil Guerrero).

4)Humberto (1928/2016) se casó con Raquel García, han tenido dos hijos Carlos Humberto y Graciela Noemí, siete nietos (Carlos Baltazar, Sebastián Emilio, Nicolás Leandro, Estefanía, Gastón Ariel Papaiani Escudero; Tomás Gabriel Da RIF Papaiani y Agustín Polidoro Papaiani) y nueve bisnietos (Santino Papaiani Calviño; Valentino Humberto, Francisco y Juan Ignacio Papaiani Ardiles; Francesca y Benedetto Papaiani Errasti; Catalina Ema y Lorenzo Humberto Zárate Papaiani; Adolfina Papaiani Varone).

5)Dora (1931/2010) se casó con Francisco Paradiso, han tenido tres hijos (María Angélica, Liliana Mabel y Carlos María), cinco nietos (Javier Gerardo Pussetto Paradiso; Martina Danna Boubeta Paradiso; Catalina, Lola y Dante Paradiso Lafranconi) y una bisnieta (Candela Pussetto Bona).

6)Alejandro (1933/2016) se casó con Irma Albania, han tenido dos hijos (Juan Carlos y Alejandro Omar), cuatro nietos (Pablo Julián y María Florencia Papaiani Perrozzi; Dayhana y Bruno Ezequiel Papaiani Jones) y siete bisnietos (Elena y Milo López Papaiani; Victoria y Beltrán Papaiani Arrobio; Martina Amici Papaiani y Facundo Mac Karthy Papaiani; Emilia Papaiani Díaz).  

7)Francisco (1936/2012) se casó con Adelina Bonifacia Mirantes, han tenido cuatro hijos (Marta Sandra Ester, Marcela Susana Evangelina, Luis Alberto y Pedro Daniel Omar), cinco nietos (Fiama Ayelén y Brian Gabriel De Pasquale Papaiani; Francisco Nicolás Papaiani; Máximo Daniel Thierry Papaiani y un bisnieto (Valentino De Pasquale).

8)Oscar (1942/2020) se casó con Zulema Loscar, han tenido tres hijos (Claudio Omar, Néstor Fabián y Carina Andrea) y seis nietos (Macarena Alejandra y Marcela Dahiana Papaiani Repucci; Augusto y Athina Papaiani López; Briana y Luisana Bellido Papaiani).

(1) 2023.

(2) El apellido materno de cada descendiente directo se cita sólo a los fines de referir la línea recta ascendente, independiente de que haya sido inscripto con el apellido.



ALFREDO, DORA, HUMBERTO, OSCAR, MARÍA BEATRÍZ, ALEJANDRO Y FRANCISCO (izq. a derecha)



Placa enviada por los hijos a la Comuna de Joppolo


Partida de nacimiento de Francesco Papaianni (entregado por la Comuna de Joppolo a cada hijo el 13 de septiembre de 2003 en el homenaje).




HOMENAJE A FRANCESCO PAPAIANNI EN ITALIA


Fuente: www.poro.it/joppolo

Diario El Cotidiano del sud. Calabria. 14 de Octubre de 2003. Joppolo. Conmovedora ceremonia en Municipio por la presencia de la nieta Graciela Noemí. Recordado el sacrificio de Papaianni. La iniciativa por honrar a los italianos por el trabajo en el extranjero. https://www.quotidianodelsud.it/calabria.